Oigo a madres y padres que me preguntan “¿Cómo puedo hacer que mi hijo recoja su habitación? ¿Qué tengo que hacer para convencer a mi hija para que se vaya a la cama? ¿Cuándo va a madurar mi hijo y va a estar más tranquilo?”, o me dicen: “mi hija tiene que ser más obediente, le cuesta mucho hacer lo que yo le digo…”. En este post quiero descubrirte el secreto de por dónde tienes que empezar para lograr reducir el conflicto y aumentar la colaboración si eres madre o padre de un niño/a de espíritu libre, y los beneficios que te va a traer.
Muchas veces los padres ponemos el foco en buscar que nuestros hijos cambien para que cumplan con nuestras expectativas (ej: nuestro hijo/a tiene que cambiar. ¡Se tiene que portar mejor!). Con este post quiero desmontar este mito. Quiero que tengas claro que para que tu hijo/a cambie, primero tienes que cambiar tú. Tienes que dejar de poner el foco en tu hijo/a para girarlo 180º y enfocarte a tí. ¡Pero no te asustes!, que esto no va de autoflagelarnos y de aumentar nuestro sentimiento de culpa. Ni de exigirnos todavía más, sino de cambiar la perspectiva.
La necesidad de hacer este cambio es especialmente importante en nuestro caso, madres y padres de niños de espíritu libre con los que que el reto es mayor. Sin este paso previo, va a ser muy complicado que el resto de tus estrategias funcionen. ¿Por qué crees que desAprendo se llama desAprendo?
La importancia de la calma
El control de nuestras propias emociones como padres es la base de la educación respetuosa y exitosa con nuestro hijo/a de espíritu libre. Me gusta mucho el símil que utiliza la psicóloga Laura Markham. Ella explica que la educación de un niño de espíritu libre se parece al protocolo de seguridad en los aviones, cuando avisan a los padres de que en caso de emergencia primero tenemos que ponernos nosotros la mascarilla de oxígeno, para después ponérsela a nuestros hijos. Primero controlar nuestras emociones para después ayudar a nuestro hijo/a a identificar y gestionar las suyas.
Las madres o padres de niños de espíritu libre sabemos bien a estas alturas que no podemos controlar a nuestro hijo/a; pero es importante que sepamos que podemos controlarnos a nosotros mismos. Y además ten claro que el que logra enfadarte, logra controlarte.
Controlar tus emociones, educar desde la calma, no gritar, no sobrerreaccionar y pensar antes de actuar, traerá beneficios importantes a tí y a tu hijo/a:
- Estará menos a la defensiva y más abierto a escucharte y aprender.
- Te imitará y cada día gritará menos.
- Habrá mucho menos conflicto en vuestra relación.
- Le ayudarás a aumentar su autoestima.
- Ganarás autoridad, aunque te pueda parecer lo contrario.
- Te sentirías mejor, más en paz y tranquilidad.
Y estoy tan seguro de ello porque todos estos beneficios los viví en primera persona cuando giré 180º el foco y empecé por “trabajarme” yo mismo siguiendo los métodos que enseño ahora en desAprendo. Empecé a vivir la paternidad de una manera más tranquila y disfrutando más. Pasé a sentir más control de la situación al controlarme a mí mismo y controlar mis emociones. Y empecé a ver un efecto contagio en mi hija de espíritu libre, y también en mi otra hija (¡que no se queda corta de espíritu!). Estando tranquilo la ayudo a controlarse, no echando más leña al fuego en los momentos de tensión. Y ahora me ahorro el cargo de conciencia que tenía antes cuando gritaba.
¿Cómo crees que aprenden los niños a gestionar sus emociones? Pues en gran medida por observación e imitación a sus padres. Los neuropsicólogos remarcan la importancia que tiene en el aprendizaje el papel de las famosas neuronas espejo. Los niños/as de espíritu libre, que son especialmente sensibles y perceptivos, identifican inconscientemente las emociones de sus padres y aprenden por imitación cómo gestionar (o no gestionar) las suyas. Por ejemplo: si tú te pones nerviosa porque tu hijo no hace las cosas como tú quieres, y acabas perdiendo el control gritando o mostrando violencia, ese ejemplo cala en el subconsciente de tu hijo que repetirá este comportamiento.
Tanto el nerviosismo como la tranquilidad son estados de ánimo que se contagian. ¿No te has fijado que si hay tres personas reunidas, dos de ellas nerviosas hablando acaloradamente y la tercera tranquila (en tono más bajo, menos controlada por sus emociones) esa tranquilidad se “contagia” al resto?. Lo mismo pasa en tu relación con tu hijo/a.
En educación no existen las emergencias
Existe una parte de nuestro cerebro que está especialmente diseñada para la supervivencia; la amígdala o cerebro primitivo (también llamado cerebro de reptil). Muy útil desde luego para situaciones de emergencia, gracias a ella seguimos existiendo como especie (ej. viene un coche hacia nosotros a gran velocidad cuando cruzamos una calle). En ese momento en centésimas de segundo el pulso se te acelera, la adrenalina y el cortisol fluyen por tus venas, se tensan tus músculos, se dilatan tus pupilas para no perder detalle, y quedas preparado para paralizarte, huir…o para luchar (lo que convenga, según la situación y la evaluación inconsciente que has hecho).
Pero en educación pocas veces estamos ante una emergencia que haya que resolver en el momento.
En ciertas situaciones de conflicto con nuestro hijo/a de espíritu libre nuestro cerebro primitivo nos engaña. Es lo que los psicólogos llaman “secuestro emocional” (muy gráfico el nombre, ya que tus emociones te han llevado a perder el control de ti misma/o). En el momento en el que tu hijo no hace lo que le has pedido y encima te falta al respeto, se empiezan a desencadenar todos estos mecanismos en tu cerebro y tu cuerpo. Es entonces cuando aumentas el nivel de tus demandas y tu hijo percibe tus síntomas de nerviosismo, lo que hace que aumenten los suyos. Ha comenzado la espiral y si tú decides actuar en ese momento, hay muchas posibilidades de que empeores la situación (gritos, castigos desproporcionados, faltas de respeto mutuas, mal ejemplo que no quieres dar….). Estando también tu hijo/a en secuestro emocional es difícil que pueda oír y procesar lo que le digas, y mucho menos aprender. Él también está en modo lucha.
La clave es no actuar bajo un secuestro emocional. Habla lo menos posible y espera a que la situación se enfríe. No quieras resolver la situación sobre la marcha y ten claro que no es una emergencia.
Mi consejo es que no intentes educar “en caliente” justo cuando tu cerebro te está engañando diciéndote que tu hijo es tu enemigo.
Por suerte hay multitud de técnicas para ayudarte a detectar que se acerca tu secuestro emocional y para gestionar estas situaciones de tensión. En desAprendo las trabajo en profundidad con madres y padres de niños de espíritu libre.
Cambiar los hábitos
El hábito de sobrerreaccionar, gritar o mostrar violencia en situaciones en que nuestros hijos nos han sacado de nuestras casillas (= secuestro emocional), se puede reeducar. Es posible educar sin gritos, yo mismo he conseguido hacer ese cambio. Es algo que a las madres/padres de niños de espíritu libre nos podría parecer imposible por el nivel de desafío diario que supone, pero se puede lograr.
Todos los hábitos siguen el mismo patrón:
- Disparador: razones que provocan un comportamiento.
- Comportamiento: en este caso puede ser el grito o la respuesta violenta.
- Y consecuencia: del comportamiento, positiva o negativa.
Existen técnicas específicas que enseño en desAprendo para modificar las conexiones neuronales que nos llevan a reaccionar de forma automática. Se trata de que puedas desprogramar en tu cerebro estos automatismos para tomar el control de la situación y no caer en secuestro emocional.
El autocuidado
Imagino que estarás de acuerdo conmigo en que tus reacciones a cómo se comporta tu hijo/a de espíritu libre no dependen solamente de él/ella. Tiene mucha influencia cuál sea tu nivel de estrés emocional en ese momento.
A. Vuelves cansada del trabajo en un día de problemas, atasco de vuelta a casa, y en el que tu jefe te ha faltado al respeto delante de tus compañeros.
B. Es sábado, ha sido un día perfecto y tranquilo en familia en el que todos lo habéis pasado muy bien en una excursión en bici.
Existen muchas posibilidades que si no tienes un nivel de autoconciencia alto respecto a tu nivel de estrés en la situación A. puedas sobrerreaccionar si tu hijo/a te lo pone complicado, cosa que no ocurriría en la situación B.
Aquí es cuando el concepto del autocuidado cobra importancia.
Ser madre o padre de un niño de espíritu libre e inconformista es MUY duro y produce un desgaste emocional diario.
El vaso de nuestro estrés emocional se va llenando con cada reto que nuestro hijo/a nos plantea, y solo vas a tener éxito si de verdad te preocupas por “vaciar tu vaso” todos los días.
¿Cómo puedes hacerlo?. Cada uno tiene que encontrar su fórmula. Yo lo hago con meditación diaria y deporte/montaña, dos fórmulas fantásticas que siempre recomiendo. Pero cada uno tiene las suyas: quedar con amigos, lectura, desahogarse compartiendo preocupaciones, tiempo en pareja, filatelia, masajes… lo que sea. Lo importante es que tengas identificadas las tuyas y las practiques de forma rutinaria. Son tus deberes y los tienes que hacer para cumplir con tu responsabilidad de educar desde la calma.
Conoce más a tu hijo/a de espíritu libre
Muchas veces la gente achaca los problemas de comportamiento de los niños a padres que no han sabido educar correctamente. Cuántas veces te has sentido juzgada/o, ¿verdad?.
Sin embargo quiero que sepas que para lograr tu cambio interior es fundamental que entiendas que no todos los niños son iguales y eso te sirva para relajarte y quitarte sentimiento de culpa. Los niños/as de espíritu libre tienen un temperamento especialmente difícil que les viene de serie, en los genes.
Si eres capaz de verlo así, te ayudará a ver a tu hijo/a desde la empatía y la compasión. Si interiorizas esto será más fácil que estés dispuesta/o al cambio interior que tienes que hacer.
En este post profundizo sobre este tema y el perfil del niño/a de espíritu libre.
No me quiero quedar sin decir …
Algunos principios de la educación respetuosa y que siempre tienes que tener en cuenta. Son principios que marcan diferencias con otras formas de educación que deberíamos abandonar. Dependiendo de lo avanzada/o que estés en este camino, tendrás por delante más o menos trabajo “interior” para hacer tuyos estos principios:
- La educación de la infancia debe estar fundamentada en el respeto.
- Igual que normalmente no gritamos a otros adultos, ni imponemos nuestro criterio unilateralmente, en general tampoco deberíamos hacerlo con nuestros hijos.
- Nuestros hijos no son algo de nuestra“propiedad”, sino personas independientes con sus propios derechos.
- Los niños tienen capacidad de asumir responsabilidades y decidir, siempre de acuerdo a su edad y a la confianza que transmitan a sus padres. Esto les hará crecer.
- Los niños deben ir eligiendo su camino, siempre acompañados y con el apoyo de sus padres, pero su camino lo van eligiendo ellos.
En desAprendo acompaño a madres y padres a recorrer este camino.
Y ahora te toca a tí
En este post te he explicado la importancia de empezar la casa por los cimientos. Las madres y padres de niños de espíritu libre tenemos que empezar haciendo el cambio interior que nos lleve a educar desde la calma si queremos lograr el éxito en nuestra difícil tarea. Te he explicado los beneficios que te traerá la calma, te he contado que en educación es muy raro que exista una emergencia que haya que resolver en el momento. He insistido en la importancia que tiene tú autocuidado por lo que te lo tienes que tomar en serio. Te he resumido las características especiales que tiene un niño de espíritu libre para ayudarte a verlo desde la perspectiva de la empatía y la compasión y finalmente te he hablado de otros cambios importantes para desAprender.
En desAprendo comparto contigo métodos y herramientas para ayudarte a hacer este cambio interior que te lleve a educar desde la calma.
Ten siempre presente que no buscamos la perfección, que esto es un camino y que el aprendizaje os llegará con tu relación diaria con tu hijo/a. Con cada tropiezo aprendes cómo quieres y cómo no quieres actuar. Y por supuesto no te olvides tampoco de la compasión que necesitas tener contigo misma/o para saber perdonarte tus errores.
Como te contaba, desAprendo se llama así, porque el cambio fundamental para los padres de niños de espíritu libre, empieza por nosotros mismos.
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¡Gracias por ayudarme a que más padres conozcan desAprendo!
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Foto de Markus Spiske en Unsplash
Myriam dice
Estoy de acuerdo contigo en todo lo que propones. A partir de ahí, ese trabajo interior no es nada fácil, ¿podrías proponernos herramientas, orientaciones, lecturas, cursos, etc., que sean prácticos, sencillos y eficaces para el objetivo planteado? Gracias.
Daniel Bezares dice
Efectivamente, Myriam. El trabajo hacia dentro y la capacidad de ejercitar una maternidad/ paternidad consciente, es una piedra angular de la disciplina positiva y la educación respetuosa. Y es lo único que funciona si hablamos de niños de espíritu libre. Además estoy de acuerdo contigo en que el cambio no es fácil y supone esfuerzo y perseverancia. Yo en mis formaciones y cursos trabajo este tema al inicio, porque a partir de ahí es como se construye todo. Te animo a que practiques con alguna de mis formaciones. Obviamente, al ser un trabajo profundo, no es algo que se pueda trabajar en la respuesta a un comentario del post. De todas formas por supuesto seguiré compartiendo contenidos gratuitos a través del blog y otros medios cómo ha sido el Congreso Las claves del buen comportamiento, para ayudar con este tema.
Eva dice
Gracias por tu post, Daniel, compartes un mensaje necesario de una forma muy clara y sencilla. Quería preguntarte sobre la cuestión de los programas que hemos heredado de forma subconsciente y que nos condicionan en la relación con nuestros hijos, especialmente en esos momentos de secuestro emocional cuando el cerebro reptiliano condiciona tanto nuestro comportamiento. ¿Estamos programados para relacionarnos con nuestros hijos igual que nuestros padres hicieron con nosotros? Es un tema que sin duda merece otro de tus fantásticos artículos ;). Saludos desde Granada! Eva
judith dice
Buenas, y muchas gracias por tus artículos esperanzadores!
Que capacidad crees que tienen nuestros hij@s de espíritu libre de perdonar y olvidar todos nuestros errores reptilianos/primitivos?
Pueden estas conductas nerviosas y exageradas de las madres/padres, condicionar el comportamiento futuro de nuestros hij@s?
Como puede una familia monoparental gestionar las situaciones de estrés, cuando no hay en quien apoyarse o con quien hablar sobre las conductas de nuestro hij@, sobretodo cuando no sabes como vaciar el vaso?
Silvia dice
Gracias por tu post Daniel. Indicas que en la educación no hay “emergencias”, no hay prisas. Pero cómo gestionamos esas situaciones de emergencia sin caer en el arrebato cómo cuando los hermanos empiezan a pelearse como en una escena de braveheart porque uno quitó una ficha de lego o le pisó sin querer su juguete. O cuando llega la hora de salir hacia al colegio y no has conseguido que se quiten el pijama. A mí particularmente me cuesta mucho mantener la calma cuando ocurren estas situaciones un día tras otro y nada de lo que les dices con voz tranquila les hace reaccionar y colaborar.
Ana dice
Me ha encantado leer los rasgos d los niños con espíritu libre, alucinante verlo tan claro, y muy tranquilizador quitarte ese sentimiento d culpa q siempre a estado pegado a mi.
Me encantaría saber q tipo d formaciones haces Daniel, cursos online? Talleres?
Gracias por todo, me siento muy muy afortunada por haber dado con todo esto. Mil gracias de verdad por lo q haces.
Daniel Bezares dice
Gracias Ana, y enhorabuena por la transformación y desAprendizaje que has logrado.
Maria dice
Hola! Me gustaría saber si vas a publicar algún libro con tus consejos en papel, ya que para mí sería el mejor formato. Y muchas gracias… por fin empiezo a entender a mi hijo
Daniel Bezares dice
Hola María! Que bien que te esté ayudando. Sí, entra en mis planes traspasar mi conocimiento y experiencia a papel, pero por ahora mi apoyo es online. Emails semanales con experiencia, consejos y herramientas. Webinars gratuitos para seguidores de desAprendo y otras formas de compartir con vosotr@s. El libro llegará más adelante. Ganas no me faltan!
Ester dice
Hola Daniel , gracias por tus palabras ya que nos resultan alentadoras. Estábamos preocupados por el comportamiento de nuestro hijo y al leer el listado de rasgos de niños de espíritu libre (me ha encantado el término ) lo hemos identificado totalmente . Sin embargo nos surge una pregunta : ¿donde acaba un niño Espíritu libre y empieza uno negativista desafiante ?
Gracias
Daniel Bezares dice
Hola Ester
te comento sobre este tema.
En el ámbito de la educación, el término niño desafiante se ha vuelto común, pero sus implicaciones van más allá de una etiqueta con mucha carga negativa.
El problema de esta etiqueta (también conocida como “niño tirano” «sindrome niño emperador») y médicamente Trastorno oposicionista/negativista desafiante o TND es que hace mucho daño a los niños (profecía autocumplida) y pesa mucho a los padres.
Los niños internalizan estas etiquetas y ajustan su comportamiento de acuerdo con la expectativa.
Además, al atribuir exclusivamente el problema al niño, se exime de responsabilidad a los adultos (particularmente a los padres) y se pierde la oportunidad de abordar y transformar las dinámicas familiares.
El uso de estos términos promueven la idea de que la solución reside en cambiar al niño, en lugar de examinar y modificar el enfoque educativo y la interacción parental.
Niño de espíritu libre, trasmite una imagen mucho más positiva. Puedes incluso sentirte orgullos@ de tener un hijo con estas características personales. Y a partir de ahí tener claro que el cambio de dinámica en casa empieza por el cambio en el adulto más que por centrarnos en que cambie el niño.
¿como lo ves?
Raquel dice
Hola a todos, yo tengo una hija de 13 y el espíritu es libre, rebelde, etc. Me es imposible llegar a controlarla a veces y aunque negociamos con el tema del móvil para que cumpla también con sus deberes, hace caso omiso
Rafael dice
Como puedo saber seguro si mi hijo es un niño de espíritu libre? Ese «diagnóstico» corresponde a los padres o algún experto como tú lo puede hacer
Gracias
Daniel Bezares dice
Hola Rafael
te aconsejo que no busques diagnosticos. Si tu hijo no tiene trastorno, problema de salud mental o patología, pero tiene estas características, yo pondría el foco en empezar por cambiar el foco. Y ponerlo en ti. En tu propio cambio, para provocar el cambio en casa. Es de lo que hablamos en desAprendo. Te acompañaremos en este cambio. Animo con ello