Cómo transformar la relación con tu hijo/a, para reducir el conflicto y aumentar la colaboración.

"Encontré a Daniel buscando, como posesa, herramientas para enderezar la relación con mi hijo y poder volver a disfrutarla.
Durante la pandemia, me acompañó su newsletter y devoré el contenido de su blog, que me fue utilísimo. Sin embargo, en octubre, me di cuenta de que necesitaba más ayuda y, en especial, algo que la mentoría de DesAprendo promueve muy bien: compromiso. Conmigo misma, con mi familia y con una manera de ver y entender la crianza y la educación. Daniel te ayuda a comprometerte y te ofrece una manera distinta de abordar las disensiones en casa, para hacer de ella un espacio tranquilo, armónico y seguro y para poder disfrutar de la locura de ser padres. Me ha parecido transformador y esencial.
No es fácil cambiar, y se nota que Daniel lo sabe y por eso te sostiene durante un proceso de cambio personal que resulta de lo más enriquecedor. ¡¡Debería cubrirlo el seguro médico!!"

"El participar en los grupos de padres y madres me ha dado la oportunidad de conocer otros padres con niños con un temperamento similiar al de mi hijo, lo cual me ha facilitado el que pudiera sentirme comprendida.

El acompañamiento de Daniel ha sido magnífico, puesto que sus vídeos son muy didácticos y directos, lo cual te permite tener herramientas en un corto período de tiempo. El participar en la Mentoría me ha ayudado sobretodo a tomarme la educación de mi hijo con mucha más calma y confianza, rebajar el nivel de expectativas hacia él y empatizar mucho más con él y sus necesidades.... lo cual ha incidido directamente en una mayor conexión y en una reducción importante de los conflictos".

"Que decir sobre la Mentoría con Daniel!! ¿Si la recomendaría? Mucho más que eso la verdad. En este momento me parecería imposible no conocer todo lo que nos has enseñado. Fue una liberación grandísima entender y conocer por fin a mi hijo de casi 5 años, verle de verdad, entenderlo y conectar realmente con él, y dejar de pensar que su único propósito era amargarnos la vida. Conocer está nueva manera de comunicación y sobre todo está manera de quitarte las gafas para ver la realidad y aceptar, de una vez, a mi querido hijo ha sido toda una revolución en nuestras vidas. Entender que hay otra manera y teniendo un hijo de espíritu libre creo que es la única manera de que las cosas funcionen y empezar a ver un poquito de luz. Gracias Daniel, por tu experiencia, por tu sinceridad y por estar ahí con tu trabajo para ayudarnos a que las familias con hijos de espíritu libre podamos empezar a ser felices. Creo que mirar las dificultades de los hijos desde esta nueva visión, sería importante en cualquier familia, imprescindible en una con niños de espíritu libre. El trabajo y los retos no acaban aquí, pero después de esta mentoría sé que soy capaz de ser una buena madre para mi hijo y sé que quiero acompañarle en lo que haga falta!!! Gracias Daniel y Gracias a todas las familias que me han acompañado en este proceso tan alucinante."

"Embarcarnos en la mentoria ha sido una de la mejores decisiones que hemos tomados en relación a la educación de nuestra hija y a la mejora de nuestra relación con ella. Después de muchas lecturas y de buscar ayuda a través de diferentes fuentes nos daba miedo que no cubriera nuestras expectativas pero el enfoque ha sido muy transformador. No existen fórmulas mágicas pero nos ha colocado en un sitio muy diferente desde el que podemos ayudar y empatizar con nuestra hija y con nosotras mismas. El esfuerzo merece la pena y Daniel ha realizado un trabajo impresionante de investigación, documentación y recopilación de conocimiento sobre niños con temperamento especial que se concreta en materiales muy bien trabajados y en su intervención personal cargada de sabiduría sobre el tema, sensibilidad y un tono siempre adecuado."

"Cuando leí la definición de niño de espíritu libre, vi a Mauro en cada una de las cosas. Me sentí comprendida. Necesitaba ayuda porque cada vez me gustaba menos a mí misma, sobre todo cuando surgía el conflicto. Estaba haciendo todo eso que no me gustaba y que sabía que no funcionaba o funcionaba en el momento, pero que inmediatamente empeoraba nuestra relación y el comportamiento de mi hijo.

La Mentoría me ha aportado mucho, me ha hecho pararme, reflexionar, relativizar las cosas, recuperar la calma, entender a mi hijo, ponerme en su lugar, disfrutar más de él y de la aventura de ayudarle a crecer. ¿Qué quieres que tu hijo diga de ti? Esa fue la pregunta clave para saber que no iba bien. Desde que puse en práctica las estrategias fui notando pequeños grandes cambios. Estoy convencida de que este es el camino.

La manera de Daniel de guiar la mentoría, te hace reflexionar y ser consciente, siempre con ejemplos prácticos muy claros y sencillos en los que te ves reflejado, te sientes comprendido y te hace querer probar, cambiar, dar pequeños pasos."

"Se podría pensar que a esta edad la batalla ya está perdida, pero nosotros nunca tiramos la toalla. Hasta que conocimos a Daniel se podría decir que lo habíamos probado casi todo, diferentes psicólogos, terapias familiares... todo con resultados poco satisfactorios.

Decidimos apuntarnos a la Mentoría desAprendo con algo de escepticismo pero con el convencimiento de que era una de nuestras últimas oportunidades para generar un cambio en la relación con nuestro hijo. Sin duda acertamos, primero para darnos cuenta de que no siempre el problema son ellos, y después, y más importante para conseguir entender porque nuestra manera tradicional de educar no estaba funcionando con nuestro hijo mayor. A partir de ahí, hemos recibido muchas técnicas y herramientas que nos están ayudando a volver a conectar con el.

Compartir todo esto con un grupo de familias ha sido una experiencia "única". Compartir con un grupo de madres y padres comprometidos y abiertos, donde hemos podido exponer, compartir y darnos ideas para afrontar el día a día con nuestros hijos. Gracias a todos ellos y sobre todo gracias a Daniel por estas nueve semanas de aprendizaje. A todos aquellos padres desesperados que estéis pensando que esto ya no tiene solución, POR FAVOR no dejéis pasar esta oportunidad".

“La Mentoría desAprendo me han enseñado a mirar de otra manera a mi hijo de espíritu libre, pero también a mis otros dos hijos, porque las enseñanzas de este curso son aplicables a todos. También me ha facilitado encontrar momentos para hablar con mi pareja sobre la educación de nuestros hijos y sobre nosotros, cómo nos comportamos como padres/madres. Hemos aplicado de manera práctica algunas herramientas que están haciendo de nuestra vida familiar un lugar más agradable. El reto sigue ahí, cada día, pero ahora tenemos más capacidades, somos más conscientes de nuestros errores y entendemos mejor qué está pasando. La sabiduría de Daniel no viene sólo del estudio del tema, ni de su enorme capacidad de empatía, además él lo vive cada día y te lo cuenta para que desde su propia experiencia aprendamos todos. Una persona excepcional, con un conocimiento profundo de lo que habla.”

"Llevábamos un tiempo desconectados de nuestra hija de espíritu libre, y la mentoría desAprendo ha supuesto un antes y un después en la forma de relacionarnos con ella.
Siempre nos hemos interesado por la educación respetuosa y disciplina positiva, pero no estábamos siendo capaces de aplicar algunos de estos principios y herramientas en situaciones cotidianas que nos desbordaban. Daniel, con su empatía y su facilidad para comunicar, nos ha ayudado a ordenar conceptos que conocíamos pero no sabíamos poner en práctica, y además nos ha dado nuevas herramientas muy concretas para resolver problemas en colaboración con nuestra hija.
Desde el principio de la mentoría hemos podido introducir cambios en las dinámicas de casa que han relajado el ambiente, y estamos seguros de que con todo lo aprendido mejoraremos más. Las sesiones con Daniel y el resto de familias son motivadoras e incluso terapéuticas."
Recomiendo sin dudar la mentoría a familias con hijxs de espíritu libre que quieran mejorar su relación con ellxs.

“Como familia teníamos claro qué modelo respetuoso y centrado en autodesarrollo e independencia del niño, era el que queríamos. Pero nos faltaban herramientas…seguíamos replicando el modelo tradicional aprendido basado en la autoridad del adulto, sin escuchar lo que realmente nuestras hijas estaban tratando de decirnos. Daniel, nos abrió el camino al cambio, y en ese proceso de 'cambio de gafas’ estamos inmersos. Hay días mejores y peores en casa... pero ahora hemos aprendido a escuchamos, y tratamos de buscar soluciones que se nutran de las necesidades de toda la familia. Sin duda desAprendo ha sido la ayuda que necesitábamos”.

“La Mentoría desAprendo me ha ayudado a conocer mejor a mi hijo, comprender sus necesidades y ser más consciente en mi relación con él. Hemos conseguido que la intensidad de los conflictos y el malhumor se rebaje, que el clima sea más placentero y que nuestra comunicación sea más colaborativa. Todavía nos queda camino por hacer, y en ello estamos, ahora con más esperanza.”

“No sabia como actuar con mi hija. Teníamos muchos conflictos, lo estábamos pasando mal. Pensaba que solo reaccionaba con amenazas, gritos, castigos. Era un desafío constante y me sentía en una guerra que no entendía y que no quería. Sabía que no era el camino y tenía tanto miedo de dañar nuestra relación y de que fuera permanente que a veces para no hacerlo mal simplemente no hacía nada. Me paralizaba.

Ya me había apuntado a algún curso online de disciplina positiva antes. Sabía algunos conceptos. Había leído libros, pero necesitaba algo diferente y más personal. Y definitivamente, un guía y un acompañamiento. Cuando oí hablar de los niños de espíritu libre a Daniel, me sentí totalmente identificada y pude poner nombre a muchas características de mi hija. Y decidí apuntarme a la Mentoría.

Ha sido una de las mejores decisiones que he tomado, porque en cada módulo no solo he aprendido a entender aspectos de mi pequeña que no entendía, si no que he aprendido cosas sobre mi misma. Lo primero que descubrí es que la que tenía que cambiar era yo. Y a partir de ahí poco a poco se han ido encendiendo las luces de partes de mi mente que estaban ahí pero tenía apagadas y todo ha comenzado a cobrar más sentido. Tengo herramientas para trabajar, y sé que son buenas y estoy en el buen camino. Eso me da seguridad y fuerza, y nuestra relación es otra historia a día de hoy.

Estoy muy contenta de haberme puesto en sus manos para que me guíe en este aspecto en el que estábamos tan estancadas y de que me esté ayudando a abrir los ojos y a tener una relación mucho más sana con mi familia.”

“La Mentoría desAprendo me ha enseñado a poner en valor la suerte que tenemos de tener unos hijos tan increíbles. Educar desde la calma y desde la tranquilidad; desde la reflexión de las causas que provocan los conflictos, entender que el ego y el ansia de poder te ciega, aunque estés hablando con un niño de 7 años al que amas y adoras, seleccionar las batallas que merecen la pena; entender que se equivocan y que tienen derecho a hacerlo, comprender que detrás de su indiferencia se esconde el miedo o la angustia; apreciar todo lo positivo y no centrarse en los aspectos negativos de su conducta ....son temas, sensaciones que hasta ahora no era capaz de poner en práctica o detectar. Es una faceta increíble del amor fraternal incondicional.

Ese aprendizaje me ha servido, igualmente, para poder realizar un diagnóstico de mi misma para concluir que en el caos los adultos y nuestros problemas contribuimos decisivamente. Además, ahora dispongo de herramientas para poder detectar potenciales situaciones incómodas y también para que cuando se produzcan no me hieran tanto. Pero este es un largo camino que me obliga constantemente a desAprender y a trabajar conmigo misma. Porque si algo me ha enseñado Daniel es que el trabajo empieza en nosotras mismas.”

“La Mentoría desAprendo te lleva a darte cuenta que tener un hijo de espíritu libre es una oportunidad para gestionar sus virtudes y esas características tan particulares que lo pueden hacer brillar en el futuro, intentando reducir por otro lado el conflicto que conlleva el gestionar una personalidad tan arrolladora como presentan estos niños. Daniel ha sido una pieza fundamental en este aprendizaje y en este camino hacia la conexión con nuestra hija.

Nosotros nos decidimos por una mentoría individual donde podemos compartir de manera más personal e individual nuestras dudas e inquietudes, lo que es un valor añadido, al poder contar con la experiencia y la sensibilidad de Daniel para guiarnos en nuestro dia a dia lleno de retos, y saber enfocarlos en positivo, como una oportunidad de potenciar esas grandes virtudes y cualidades que esconden estos niños.”

"Conocer a Daniel y su metodología me ha ayudado a acompañar y colaborar con mi hijo en su día a día, reduciendo el conflicto, entendiendo sus inquietudes y aceptando sus características peculiares. Es una experiencia única y gratificante que ha aumentado la conexión y la buena relación con él desde el cariño y la comprensión. Recomiendo esta formación a todas las familias que están pasando dificultades en la educación y relación con su/s hij@/s. Gracias a mi hijo y a esta formación por hacerme "desaprender"."

"La mentoría Desaprendo con Daniel, me ha abierto los ojos para conocer mejor a mi hija de espíritu libre, conocerme más a mí y mejorar radicalmente nuestra relación. Aún nos queda camino por recorrer, pero sin la visión tan clara que nos ha aportado Daniel en cuanto al cambio de gafas, ni siquiera hubiéramos empezado este camino. Su experiencia personal como padres de niñas espíritu libre ayuda mucho. Me ha ayudado también a entender mejor a mi otra hija que, aunque en principio no es de espíritu libre, también tiene sus dificultades para cumplir nuestras expectativas, que, a veces, no casan con sus capacidades. Compartir este camino con otras familias que están pasando por las mismas dificultades también aporta y enriquece mucho. Muchas gracias por todo Daniel."

“Me uní a la Mentoría desAprendo porque estaba cansada de gritar, amenazar, repetir mil veces lo mismo, me estaba quedando sin fuerzas y entusiasmo, y la maternidad empezaba a resultar un lastre…

Mi marido además pensaba que si la educación tradicional le había funcionado a sus padres, a él también. 

Pero yo me encontraba perdida y aposté por Daniel. Al principio cuesta cambiar el chip, desaprender. Pero es curioso como los conceptos calan en tu mente y se van asimilando con dedicación y tiempo. Ahora, estando solo a mitad de curso, aunque reaccione como lo hacía antes, me doy cuenta, me salta una alarma en mi interior... paro, me alejo y pienso en esos maravillosos seres que merecen todo mi respeto. Vuelvo con métodos y recursos válidos y mágicamente todo fluye. 

Darme cuenta de cómo es mi hija, empatizar con ella, me ha humanizado, y sé que el problema no era ella, sino nosotros. Nuestros cambios los agradece en su mirada”